En el deporte no existe el azar,o si existe, aparece tan de vez en cuando que no te da tiempo a enterarte, si no entrenas no rindes, si no te sacrificas no alcanzarás tus metas, si tu cuerpo dice basta no podrás entrenar, si tu cabeza dice basta no podrás moverte, y así hasta un sinfín de relaciones causa-efecto.
Pero más allá del entrenamiento, de los resultados, del sacrificio hay algo para mi superior a cualquier cosa, una fuerza tan bestia que puede hacer que incluso llevando 5 años sin mejorar tus marcas personales (como es mi caso) siga tirándome a la piscina.
Este fin de semana competimos, en mi caso, no muy bien la verdad, y alguna persona me decía que por qué seguía pues...la respuesta es bien clara, no sigo por querer ser mejor nadador, ni por querer ser campeón de mi pueblo, sigo porque comparto el deporte con una serie de personas que quiero como a mi propia familia.
Todos deberíamos experimentar la sensación que se tiene cuando sabes que detrás de ti hay gente que simplemente ha compartido tantas horas de entrenamiento, que te conoce más que incluso tu mismo, y que al final de cada prueba, cada competición, sabe apreciar el esfuerzo que te ha costado llegar hasta ahí, sin importar el resultado.
A toda esa gente que quiero y me quiere, por la que me preocupo y se preocupan por mi, GRACIAS, sois algo que jamás nada ni nadie podrá quitarme. Feliz Lunes.
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