Un día cualquiera, una noche de verano te puede cambiar la vida, probablemente no te estés dando cuenta cuando te pasa, pero pasa.
Conozco muchos tipos de personas, todas ellas hacen que yo sea más completo, sí, lo se, soy un tio afortunado...y entre todas esas personas conozco a Marcos. Su vida cambió este verano, cuando aquel día un accidente se cruzó en su día, la verdad, podría haber sido peor, tuvieron "suerte", tuvimos suerte.
Es difícil encontrar a una persona más testaruda que él, más amante de su deporte, el mismo día en el que supo que sería operado ya pensaba en que no iba a poder empezar a nadar el 1 de Septiembre, si hasta cuando se despertó de la anestesia se puso a nadar espalda!! (lo siento Marcos, tenía que contarlo).
Recuerdo su cara de preocupación cuando fuimos a visitarle, recuerdo las ganas que tenía de levantarse de la cama y la alegría de tenernos ahí viendo los jjoo, esas pequeñas cosas que en duros momentos ayudan, somos nadadores, somos familia.
Desde el día en el que el médico le dio al "play" en su recuperación el se puso manos a la obra y no ha parado hasta hoy, no está siendo nada fácil, el agua le está poniendo delante unos muros nada fáciles de sortear, pero el lo está haciendo, el consigue hacerlos pequeños, el consigue superarse día a día, y aunque no siempre es consciente de ello, lo que está consiguiendo es muy muy importante.
Está demostrándose a él mismo y a todos nosotros como se puede salir de una gravísima lesión con trabajo, perseverancia, ilusión y un par de c.... :) .
Marcos, sigue nadando, sigue siendo tu, no eres consciente de lo necesario que eres, y que todo el mundo lo sepa, TENGO LA SUERTE DE CONVIVIR DÍA A DÍA CON ÉL!!
Te quiero.
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