Cada año que cumples, cada temporada que pasa, es más difícil volver a ponerse en forma, antes de empezar la temporada te planteas unos objetivos, intentas tener claro qué compromiso vas a adquirir con el equipo, cuánto estas dispuesto a esforzarte...y entonces te tiras al agua.
Esta temporada tenía pensado entrenar un poco, disfrutar de la natación y ayudar a mi equipo en lo que pudiese ser necesario...y así empezó todo, día tras día a entrenar...sin encontrarme demasiado bien en el agua, como he dicho...cada vez cuesta más ponerse en forma...
Pero siempre he pensado que hay un día, un momento en el que todo cambia, un instante en el que no se por qué tu cuerpo responde, tu cabeza también y se produce un cambio de mentalidad, te ves capaz de plantarle cara a cada metro y lo que es mucho mejor, disfrutando del esfuerzo que supone.
Ayer me pasó, aunque echo de menos a mucha gente que me gustaría que entrenaran conmigo, ayer en la piscina estaban esos amigos que sin ellos saberlo, son los que me dan fuerzas para hacer un entreno como el que hice , probablemente uno de los mejores desde hace años, y todo sucedió porque antes de empezar la parte importante tuve ese pequeño instante en el que pensé, QUIERO ESTAR AQUÍ Y VOY A DISFRUTARLO.
Y así fue...al acabar mis amigos me dieron la enhorabuena por el entreno, estaba reventado, me dolían hasta las pestañas...pero no podía ser más feliz.
Gracias Carlos, Salva, Parra, Pollo, Marcos, Pedro, Rodi, Enrique, Emilio, etc, etc, etc... sois grandes nadadores, increíbles amigos y mejores personas.
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